Según el siguiente cuadrante:
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CICLO FESTIVO DE CUMBRES MAYORES.
FECHAS.
EL JUEGO DE “LAS CARAS”.
Semana Santa.
LOS PINOS DE SAN JUAN.
23 de junio.
LA FIESTA DE LOS JARROS.
14 de agosto.
LA VERBENA DEL AMPARO.
8 de septiembre.
LOS CANDELORIOS DE S. MIGUEL.
28 de septiembre.
EL JUEGO DE “LAS CARAS”.
Si leemos los textos Evangélicos, que la Iglesia pone en los días de Semana Santa a la Meditación de los Fieles, nos encontramos con el pasaje que, según los ancianos de la localidad, da origen a esta Tradición centenaria:
“La Traición de Judas y la Entrega de Jesús por treinta monedas”.
Cumbres Mayores y otros lugares han tomado ese acontecimiento y, desde antiguo, organizan un juego que nos lo recuerda; es el Juego de “Las Caras”. Este se juega el Jueves y Viernes Santo. Hubo un tiempo en que estuvo prohibido por la censura y se jugaba a escondidas.
Las normas del juego son las siguientes:
El número de jugadores es variable, mínimo dos y máximo a los que pueda responder la banca con sus apuestas.
Un jugador o un grupo de jugadores es la Banca.
Un jugador de entre ellos que tira las “Caras”. -(Son dos monedas de Alfonso XII).
El “Baratero” que es el dueño de las “Caras” y el que ayuda a la banca a “casar” el dinero.- (Consiste en responderle al apostante con la misma cantidad que este apuesta).
Los jugadores que quieran apostar, los cuales depositan el importe apostado en el suelo.
Estos jugadores apuestan una cantidad determinada.
La banca les responde con la misma, “Casar las perras”.
Se lanzan las monedas al aire y hay tres posibilidades al caer:
1.- Si las dos son caras: la banca recoge todo el dinero, el de los jugadores y el que ha expuesto.
2.- Si las dos son cruz: los jugadores recogen cada uno el dinero apostado más lo que ha expuesto la banca.
3.- Si es una cara y la otra cruz, entonces se vuelven a tirar de nuevo hasta que salgan una de las anteriores posibilidades.
Al tirar las “Caras” y mientras estas están en el aire existe la posibilidad de anular la jugada al ver alguna anomalía, tanto por parte de los jugadores como por la banca mencionando la frase “-Yo barajo”. Si esta la dice la banca queda anulada para todos los jugadores, si en cambio la dice uno de los jugadores solo se anula su jugada.
Hay todo un argot en torno a las caras, por ejemplo cuando salen cruces, varias veces seguidas, la gente suele decir frases como: “Cruces marilarias”, o “Cruz y andaluz”...etc.
LOS JUDAS.
En Cumbres Mayores hay una tradición que tiene una amplia participación por parte de los niños el Domingo de Resurrección.
Se trata de “Los Judas”.
Esta tradición tiene un significado simbólico de “justicia popular”, pues a través de esta, el pueblo expresa sus criticas con relación a los acontecimientos políticos y al comportamiento de figuras públicas y de igual forma trata de dar finiquito simbólico a la cuaresma para garantizar su Resurrección el próximo año.
El motivo original es recordar la traición de Judas a Cristo, y plásticamente representa la manera que tuvo dicho apóstol de quitarse la vida.
El “Judas” en cuestión es un muñeco elaborado con telas, ropas viejas y trapos, (se viste con zapatos y trajes usados, se le colocan gafas, guantes y distintos accesorios, que aportan y colocan los integrantes del grupo o pandilla que lo crea), relleno con paja, hierba, aserrín, papeles u otro elemento similar que pese poco, ya que ha de ser “colgado” entre dos fachadas de las casas mediante una soga o cuerda.
El ritual comienza unos días antes cuando el grupo escoge a la persona que se va a representar en el “Judas”, que sea merecedora de críticas, burlas o escarnios.
Una vez identificado el personaje comienza el proceso de creación del mismo con el aporte de la vestimenta, los accesorios y el relleno.
El muñeco es elaborado para ser destruido y expresar de esta forma la anécdota de que Judas al ahorcarse su cuerpo cayo por tierra y reventó.
Hecho el “Judas” se le coloca una soga y se “cuelga”, entre las fachadas de dos casas, el Domingo de Resurrección por la mañana temprano, de forma que cuando vallan los niños a “matar al Judas” este se encuentre ya “colgado” lo más alto posible.
Al llegar las pandillas de niños al sitio donde se encuentre ubicado comienza toda una lucha con cuerdas, palos y demás enseres para caerlo, romperlo y arrastrarlo por sus calles.
Con la muerte de este “Judas” finaliza el Tiempo de Cuaresma y nos adentramos en la alegría de la Pascua.
EL “LUNES IN ALBIS” O LUNES DE ALBILLO.
La Virgen de la Esperanza, Patrona de Cumbres Mayores, celebra su fiesta Principal el “Lunes de Albillo”- Lunes posterior a la Dominica in Albis o Domingo in Albis, llamado también Segundo Domingo de Pascua.
Entre las innumerables gracias que se refieren a la Virgen de la Esperanza a favor del pueblo que, desde tiempo inmemorial, la eligió como Patrona, se cuenta la de haberlo librado en 1629 de una grave epidemia de garrotillo o angina maligna, que atacó a la Villa. En pocos días murieron 230 personas. Ante tan alarmante azote, el vecindario entero acudió en rogativas a la Señora, con tal Fe que, dicen, la epidemia cesó de inmediato. En agradecimiento, se celebraron las más sonadas fiestas, que quisieron perpetuar con un “Voto Público”. Entre aquellos festejos figuró la danza de mozos, que:
“Puestos en medio de la plaza al son del tamboril y gaita con
su guión, bailaron por toda ella unas mudanzas primorosas
que divirtieron a las gentes”.
Luego de lidiarse un toro, tuvo lugar la Procesión de la Virgen por los campos, a la que se incorporaron los danzantes. Desde entonces nunca han dejado de danzar ante Ella hasta el día de hoy, conservándose como un inestimable tesoro cultural.
El Voto de asistir a Misa y Procesión se renueva cada año el día del “Lunes de Albillo”, en que se celebra una misa de campaña, concelebrada con sermón y cantada, en los últimos años, por el Coro Romero “Amanecer Cumbreño” ante la Ermita y a continuación la Procesión de la Imagen por los alrededores de la misma.
Desde hace algunos años esta Celebración se ha ampliado incorporándose en ella el Domingo que ha pasado a llamarse “Domingo de Flores”, en él tiene lugar el Pregón de Fiestas, la Ofrenda de Flores a la Virgen por todos sus hijos/as y el canto de la Salve por la Coral Polifónica “Miguel Durán”.
El “Besamanos de la Virgen” que antes tenia lugar el último día de la novena, (Jueves), se ha trasladado al Domingo Siguiente, repitiéndose los actos de protocolo del “Lunes de Albillo” y celebrándose la Misa en el interior de la Ermita, cantada por la Coral Polifónica “Miguel Duran” y a continuación el “Besamanos” de la imagen.
LAS CRUCES DE MAYO.
La Cruz es símbolo de identidad en memoria de haber sido sacrificado en ella Jesús. La Cruz en que este expiró en el monte calvario constituyó para los primeros cristianos una obsesión, hasta que Santa Elena la encontró en el año 326 y mandó edificar una Iglesia en el mismo sitio donde fue hallada. En memoria de este hallazgo, la Iglesia instauró una fiesta litúrgica el 3 de mayo, con el nombre de La Invención de la Santa Cruz.
Símbolo de suplicio y martirio, es también signo de amor, de reconciliación. Los cristianos que miran y veneran a la Cruz el viernes santo, como señal de rescate, en mayo la festejan como distintivo de victoria y de esperanza. Cubierta de sangre y espina en la pasión, se cubre ahora de flores y luces. “ En marzo herimos, crucificamos; en mayo ponemos el alma en la glorificación de la Cruz”, decía Don Manuel Siurot.
En Cumbres esta tradición se ha ido perdiendo con el tiempo. Era tradicional adornar una cruz por barrios o zonas del pueblo, una vez adornadas con flores, luces, adornos..., se colocaban las sillas de enea que servirían para recibir a las personas que iban a visitarlas. La velada comenzaba en la tarde y continuaba toda la noche, se cantaba, se rezaba, se consumían dulces típicos y copas de aguardiente.
De las canciones que se cantaban en las diferentes cruces sirva esta muestra que nos da a conocer las rivalidades entre unas y otras:
QUE VIVA LA CRUZ DE ARRIBA.
QUE VIVA LA CRUZ DE ABAJO.
QUE VIVA LA CRUZ DE TODOS,
¡VIVA LA DEL ALTOZANO!.
YA LLEGAMOS A LA CRUZ.
HAGAMOS LA REVERENCIA,
QUE EN ELLA MURIO JESÚS
INCLINANDO LA CABEZA.
QUE VIVA LA CRUZ DE ARRIBA.
QUE VIVA LA CRUZ DE ABAJO.
QUE VIVA LA CRUZ DE TODOS,
¡VIVA LA DEL ALTOZANO!.
De las Cruces que se adornaban solamente han permanecido la Cruz del Altozano y la Cruz del Prado y de toda la parafernalia queda el adorno de la cruz y la visita a las mismas por la gente de la localidad.
LAS FIESTAS DEL CORPUS-CHRISTI.
Estas fiestas, tan arraigadas en España y sobre todo en Andalucía, se comenzaron a celebrar en el siglo XIV. Lo esencial de esta Festividad era la Celebración Solemne del Sacramento de la Eucaristía y a continuación una Procesión con el Santísimo Sacramento bajo palio.
Cumbres Mayores, que desde tiempo inmemorial celebra estas fiestas del Corpus, abre el pórtico de la misma con la traída de su Patrona, la Santísima Virgen de la Esperanza, al pueblo. Esta viene acompañada por su Junta de Hermandad, y es recibida en la Ermita de la Virgen del Amparo por las autoridades, la Junta de Hermandad del Santísimo Sacramento, los dos grupos de Danzantes, (Los de la Virgen de la Esperanza y los del Santísimo), la banda de música municipal, y todas las personas que acompañaran las imágenes de la Virgen María a la Parroquia, (La Virgen de la Esperanza, la Virgen del Amparo y la Virgen de Gracia) para la Procesión del día del Corpus.
A continuación de las VISPERAS de CORPUS vienen cinco días de Fiesta: El Día Grande del Corpus, el Domingo Infraoctava del Corpus o Domingo de la Octava y tres días en los cuales hay capeas por las calles de la localidad.
El Día Grande del Corpus se abre la mañana con los sones de la Diana Floreada por la banda de música municipal. A las 11 de la mañana se reúnen en la plaza del Ayuntamiento las autoridades civiles y militares, las Juntas de Hermandad de la Virgen de la Esperanza y del Santísimo con sus correspondientes grupos de danza, y pasan a recoger en sus domicilios a sus respectivos Mayordomos, acompañados por los sones de la banda de música. Primeramente al Mayordomo de la Hermandad de la Esperanza y a continuación al del Santísimo que ocupa la cabeza del Cortejo. Llegados a las puertas de la Parroquia danzan los niños y seguidamente tiene lugar la Solemne Celebración Eucarística, cantada desde 1986 por la Coral Polifónica “Miguel Durán”. Terminada la Misa da comienzo la Procesión por las calles del pueblo, El Santísimo Sacramento, en la Custodia, bajo Palio es procesionado haciendo estación en los altares preparados en las calles. Este es acompañado por las imágenes, de la Virgen antes citadas y sus correspondientes hermandades. Esta misma Celebración y procesión, pero sin la Misa Cantada y la Procesión más corta tiene lugar el Domingo siguiente, o Domingo de la Octava, y después de ésta, que es por la tarde, las imágenes de la Virgen regresan en Procesión a sus respectivas Ermitas, y en la Ermita de la Virgen del Amparo tiene lugar el cambio de Mayordomo de la Hermandad del Santísimo Sacramento.
Elemento esencial de las actuales Fiestas del Corpus Christi son sus capeas que tienen lugar el viernes y sábado inmediatos y el lunes de la infraoctava. Cada una de esas tardes tiene lugar la suelta de vaquillas por la calle La Portá hasta la plaza ubicada junto al Castillo de Sancho IV. Las vaquillas, que el Ayuntamiento se encarga de adquirir, llegan encajonadas hasta el núcleo urbano. Proceden de las vacadas que pastan en el término o términos vecinos, a donde por la mañana temprano se acercan los vecinos a ojearlas y presenciar su encajonamiento. En otros tiempos se anunciaba con repique de campanas el acercamiento de la manada a la población. Cada día se corren cuatro o cinco reses. Una tras otra son desencajonadas y corridas por la calle La Portá a partir de las cinco de la tarde, momento que se anuncia con el disparo de tres cohetes. Una vez corridas y encerradas las reses en la plaza de toros, se organiza el desfile multitudinario, o “paseíllo”, de autoridades y vecinos que, acompañados por la banda de música marchan desde el comienzo de la calle La Portá hasta la plaza donde tiene lugar la segunda parte del festejo: lidia y muerte de las vaquillas, que en los últimos dos años se oculta a los espectadores por exigencias de los nuevos reglamentos taurinos.
La plaza resulta en parte transformación y ensanche del antiguo Corral del Concejo. Está adosada a las murallas del Castillo; es de forma aproximadamente cuadrada y alargada y dispone de algunas gradas y burladeros desde donde seguir el festejo o refugiarse durante la lidia de las vaquillas.
Hasta los años cuarenta del S. XX se mantuvo la costumbre de lidiar el toro de muerte al que acompañaban los bueyes o cabestros que se toreaban antes de la lidia del toro. Su muerte la efectuaba algún maletilla o torero encargado de ello, ya que las capeas fueron y son sitio privilegiado para que los aficionados y futuros toreros aprendan la difícil ciencia de la lidia. La presión de distintas disposiciones gubernativas han conformado como son en la actualidad las capeas del Corpus, únicos festejos taurinos que han sobrevivido de un largo calendario, como era el formado por los toros de la Patrona la Virgen de la Esperanza, en Abril, la Virgen de Agosto, la del Amparo, en Septiembre, y probablemente, la del Patrono San Miguel Arcángel, Ánimas y la Inmaculada.
Esta manifestación local de la cultura popular resulta ser valioso testimonio de lo que desde la Edad Media han sido lo que hoy se denominan “Toros populares”, de los que la corrida es su evolución reglamentada al detalle y al mismo tiempo lo son los festejos de carácter multitudinario del tipo de los de Cumbres.
La fama de estas Fiestas del Corpus, que todavía se sigue celebrando en Jueves respetando la tradición, se extendió por toda la comarca, de tal forma que en la Sierra de Huelva se cantaba la siguiente canción:
HA DE SER A CONDICIÓN
QUE ME LLEVES A CUMBRES ALTAS
A LAS FIESTAS DEL SEÑOR.
LOS PINOS DE SAN JUAN.
De entre las tradiciones culturales que jalonan el devenir del año, en el pueblo de Cumbres Mayores, contamos con esta que hunde sus raíces en la Mitología grecorromana.
“Según Pausanias, un doncel de singular hermosura fue amado por Agditis, es decir, por Cibeles, quién en un arrebato de celos obligó al joven a despojarse de su virilidad. Arrepentida luego del mal que le causara lo transformo en pino.
Según Ovidio, fue castigado por la Diosa al engañarle con Sagaris cuya existencia estaba unida a la de un árbol el cual fue cortado haciendo que muriese la ninfa. Atis enloquece y se corta sus órganos sexuales. Su fiesta se celebra cortando en el bosque un pino y adornado con coronas de violetas y cintas de lana, era llevado al Santuario de la Magna Diosa, como símbolo del Dios muerto, donde lloraban sus fieles invocándole con dolorosos gritos acompasados de estrepitosas músicas entre violentos transportes; y cuando el Dios parecía despertar de su sueño, a las voces de sus adoradores, sucedían los cantos de desesperación extremos de delirante alegría. Atis había vuelto a la luz en alas de la Primavera.”
El origen de esta fiesta se pierde en el tiempo, es una tradición que ha pasado de padres a hijos. Se celebra en el solsticio de verano.
El día 23 se iba al campo de gira y allí se cortaba un pino, el cual transportado por los mozos, era colocado en el medio de una calle o en una plaza, donde más tarde se iba a celebrar la Fiesta.
Aquella misma tarde, o al día siguiente, las muchachas se encargaban de adornarlo con cadenetas de papel de seda y poniendo dos elementos, los cuales no podían faltar en el pino, un espejo y una cebolla.
EN ESTA CALLE HAY UN PINO
Y EN EL PINO UNA CEBOLLA
Y EN LA CEBOLLA UN ESPEJO
DONDE SE MIRA MI NOVIA.
Al atardecer de ese día, 23 de junio- Vísperas de San Juan- se colocaban los adornos del pino, se adornaba la calle o plaza y se colocaban las sillas de enea formando corro en torno al pino. Salían de las cocinas los almireces, las sonajas de madera, las carrañacas, los panderos, los palillos... y con la botella de anís rasgueada por la cuchara, se formaba la orquesta que acompañaba la música con letras diferentes. La Fiesta duraba hasta la madrugada. Había cierta rivalidad entre los distintos pinos por ver quién lo tenía más hermoso, más engalanado o cual realizaba la mejor velada.
El aguardiente o el Ponche, los dulces, el café y los jeringos hacían su aparición en el momento oportuno, siendo costumbre visitar los diferentes pinos, conversar con amigos y conocidos, e incluso rondar a la joven a la cual se pretendía:
ANOCHE EN TU VENTANITA
RONDANDO ME DIO LA UNA,
NO ME QUISISTES ABRIR
CORAZÓN DE PIEDRA DURA.
LA MAÑANA DE SAN JUAN
LEVÁNTATE TEMPRANITO
Y VERÁS EN TU VENTANA
DE HIERBABUENA UN RAMITO.
Esta canción es muy ligada y cadenciosa teniendo similitudes formales con jotas extremeñas.
Las letras son numerosas y de todos los temas, sirvan estas cuantas como muestra de ellas:
EL QUERER DEL FORASTERO
ES COMO LAS GOLONDRINAS
QUE LLEGANDO ABRIL Y MAYO
HACIA SU TIERRA CAMINA.
MI SUEGRA “PA” QUE LA QUIERA
ME HA REGALADO UN ROSARIO,
TENIENDO YO CON SU HIJO
CORONA, CRUZ Y CALVARIO.
LAS MUJERES LAS COMPARO
LO MISMO QUE LAS GALLINAS,
QUE CUANDO LES FALTA EL GALLO
AL PRIMER POLLO SE ARRIMAN.
EN EL PILAR DE LA BABA
LAVABA LA PRENDA MÍA,
MIENTRAS LAVABA Y LAVABA
LA BABA SE LE CAÍA.
PARA PEROS GALAROZA,
SEGURA PARA PIÑONES,
Y EL QUE QUIERA VER MUJERES
QUE VENGA A CUMBRES MAYORES.
NO TE FIES DE LOS HOMBRES
AUNQUE LOS VEAS LLORAR,
QUE SON NUBES DE VERANO
QUE IGUAL QUE VIENEN SE VAN.
TU MADRE ANDA SEMBRANDO
CALABAZAS EN LA RIBERA,
YO YA LAS TENGO CON FLORES,
LE COGI LA DELANTERA.
YO TUVE AMORES CONTIGO,
ME QUISISTE Y ME OLVIDASTE.
ZAPATO QUE A MÍ ME ROCE
QUE NO SE LO PONGA NADIE.
TÚ ERES BONITA POR FUERA
Y POR DENTRO DIOS LO SABE,
ERES COMO EL ARCA NUEVA
CUANDO SE LE ECHA LA LLAVE.
La Fiesta de los “Jarros”
es una celebración de la cual desconocemos sus orígenes. En los apuntes históricos de “Cumbres Mayores”, se nos dice que antiguamente era costumbre ir ese día en romería a la Ermita de Ntra. Sra. de Gracia, situada a unos diez kilómetros al suroeste del pueblo.
Al arruinarse la Ermita se trasladó la imagen de la Virgen a la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel, pues ya aparecen datos en el año 1777. Desde esta Parroquia, por el año de 1845, se traslada a la Ermita del Amparo situada extramuros de la localidad, colocándose en el Retablo de Santa Marina.
El emplazamiento de la Ermita de Gracia era y es una zona muy rica en agua y un paso natural de caminos siendo, tal vez, estas dos características el origen de esta Fiesta singular. Podría haber ocurrido que antiguos arrieros, procedentes de Aracena o su comarca, entraran por el camino que pasa junto a la Ermita para vender en la antigua romería los productos de sus alfares y, dada la abundancia de agua en este lugar, pudo originarse la costumbre de mojarse unos a otros. Con el traslado de la imagen a la localidad se continúa con la costumbre, los alfareros de “tierra de barros”, en la vecina región extremeña, traían al “solano”, cántaros, tinajas y espiches.
El día de la fiesta, desde bien temprano las calles del pueblo se llenan de jóvenes que, empapados en agua y provistos de cualquier recipiente, están dispuestos a poner como una sopa al atrevido o atrevida que salga fuera de casa, sea hombre o mujer, joven o viejo, natural o forastero. Este es el día de los “jarros” y nadie se debe molestar si termina de esta manera. Antiguamente este ritual terminaba a las doce de la mañana con el repique de campanas, que anunciaba la festividad del día siguiente (15 de Agosto-La Virgen de Gracia). Hace unos años, esta tradición se ha ampliado comenzando a las doce de la noche del día de la víspera (13 de Agosto) y terminando al mediodía del siguiente (14 de Agosto).
LOS CANDELORIOS DE SAN MIGUEL.
De todos es sabido que, desde tiempos remotos, el hombre, en todas las culturas, ha practicado un culto al fuego.
Cumbres Mayores, de entre su acerbo cultural, mantiene una tradición, cuyo origen es indeterminado y que ha ido pasando de generación en generación.
Se trata de “Los Candelorios de San Miguel”. La Víspera de San Miguel Arcángel, Patrón del Pueblo, los muchachos se dedicaban a recoger por las casas todos aquellos enseres de madera, que iban a ser arrojados a la basura, y juntamente con los que encontraban por los campos, hacían unas piras de madera lo más altas posibles y al oscurecer de ese día, cuando repicaban las campanas a vísperas, les prendían fuego, haciendo un candelorio.
Cuando este estaba en su apogeo era saltado por todos aquellos jóvenes, que se sentían un poco valientes.
Las brasas de estos candelorios servían, si el tiempo era propicio, para encender en las casas los primeros braseros de picón.
Algunos vecinos hacían un corro y en las brasas asaban embutidos, carnes, frutos,..., y se tomaban unas copas con los amigos.